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Pilas tradicionales vs pilas recargables

Pilas tradicionales vs pilas recargables

Pilas tradicionales vs pilas recargables

A pesar de que la mayoría de las personas están familiarizadas a utilizar y compartir su mundo electrónico entre las baterías recargables y las alcalinas tradicionales, todavía hay cierta confusión en lo que respecta a las aplicaciones adecuadas para una y otra. Es decir, el usuario escaso de conocimientos técnicos encontrará en este artículo algunos conocimientos básicos sobre las diferencias entre los dos tipos de baterías que abundan e inundan el mercado

Las pilas llevan años acompañándonos en juguetes, en mandos a distancia y en todo tipo de aparatos. Aunque es habitual que encontremos hoy en día que la mayoría de los dispositivos que nos rodean se cargan a través de un cargador USB, no todos. Aún son muchos los juguetes, accesorios, mandos a distancia o aparatos que necesitan este tipo de energía para funcionar correctamente.

Pilas recargables

Las pilas recargables, como su propio nombre indican, puedes recargarse sin necesidad de tirarlas una vez que ya no tengan energía. Muchas de ellas pueden ser recargadas más de mil veces por lo que evitarás la contaminación que supone tener que estar siempre tirando pilas alcalinas o salinas y comprando nuevas. Hay varios tipos de baterías recargables que se diferencian por su composición, pero esta es definitiva para que también haya diferencias en las ventajas o inconvenientes que vamos a encontrarnos en el día a día.

Encontramos habitualmente de níquel cadmio (NICD), pilas de níquel e hidruro metálico (NiMH) y pilas de ion de litio (Li-Ion) Las primeras suelen ser las menos habituales y hace años que no se utilizan o que, al menos, las veremos menos al comprar unas nuevas. Tienen una menor vida útil que las otras y cuentan con el gran problema del efecto memoria que encontrábamos en los primeros teléfonos móviles: la capacidad de carga se ve afectada si la cargamos antes de que esté totalmente descargada. Tenemos que esperar a su descarga completa.

Por su parte, encontramos las pilas recargables NiMH que son las más habituales y las más recomendables. Sin efecto memoria, podemos cargarlas siempre que queramos y tienen mayor capacidad. Este tipo de pilas son las más habituales y las que normalmente encontrarás cuando vayas a comprar una en una tienda.

Las terceras, y menos frecuentes, son las de ion de litio. Son notablemente más caras, pero de gran calidad gracias a que tienen una gran capacidad energética y alta resistencia a la descarga. Como la anterior, no tienen ya el efecto memoria son muy recomendables, pero, como decimos, más caras. Además, dependerá del aparato donde vayas a usarlas porque son muy sensibles en caso de temperaturas elevadas. También tienen el inconveniente de tener una degradación bastante más rápida.

Cargador BC-1020B+2NH-9V250

Ventajas e inconvenientes de cada tipo de pila

Las pilas recargables son más caras que las alcalinas y requieren que compremos también un cargador de pilas adecuado, pero tienen la ventaja de durar mucho más que las tradicionales, ya que podemos usarlas una y otra vez, mientras que las alcalinas deben ser desechadas cuando se han descargado.

A tener en cuenta: El ciclo de descarga de una pila recargable es mucho más rápido que el de una pila alcalina. Dicho de otro modo, si conectamos una pila recargable a una cámara digital, podremos hacer menos fotos que si usamos una alcalina. Por eso se recomienda usar pilas tradicionales en aparatos que pasan mucho tiempo encendidos, como un mando a distancia o un despertador, y recargables cuando el dispositivo se usa de manera puntual y después se apaga.

Comprar pilas

Dependerá de los usos que quieras darle qué compres una u otra. En el caso de que elijas comprar pilas desechables, lo más recomendable es que utilices pilas alcalinas porque tienen mejor rendimiento que las salinas, en desuso, aunque más baratas.

¿De tirar o recargables? Teniendo en cuenta las ventajas y desventajas escritas en párrafos anteriores, las pilas recargables suelen ser más recomendables si vas a comprar un tipo que sea muy habitual y que convenga siempre tener a mano, como es el caso de las AA y AAA, por ejemplo, que siempre tenemos en mandos o en cualquier aparato electrónica. Si se trata de un modelo menos habitual y concreto, no merecerá la pena apostar por la recarga o invertir más en un cargador, etc.

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