Las baterías recargables contienen el «combustible» del que se alimenta un modelo eléctrico. Entender y saber mantener las baterías de Níquel-Cadmio (NiCd) y Níquel-Hidruro Metálico (NiMH) es fundamental para el aficionado al vuelo eléctrico. La información que se describe aquí procede de diferentes fuentes, desde la contenida en las tablas de características de los fabricantes, o en artículos diversos, hasta la experiencia de otros y la propia. Una batería se compone de un conjunto de elementos individuales (o celdas) conectados en serie, cada uno de los cuales tiene un voltaje nominal, en estado cargado, de 1.2 V. En el mercado se comercializan elementos con capacidades entre 50 mAh y 3300 mAh. Una batería de 1000 mAh es capaz de entregar una corriente de 1000 mA (1A) durante una hora, ó 10 A durante 1/10 de hora, etc.
En el vuelo eléctrico hay que considerar tres parámetros fundamentales al escoger los elementos de una batería: capacidad, peso y resistencia interna. La capacidad va, lógicamente, ligada al peso del elemento, aunque el avance tecnológico ha permitido incrementar sustancialmente su relación capacidad/peso en los últimos años. En esta Tabla se recogen las dimensiones y el peso de los elementos NiCd y NiMH existentes en el mercado, de la firma Sanyo. Este fabricante ofrece elementos NiCd y NiMH de gran robustez y fiabilidad, que recomendamos aquí.
Fallos en baterías de Níquel-Cadmio (Ni-Cad)
Las baterías de Níquel-Cadmio a veces presentan una disminución de su capacidad debido a su normal uso, es irreversible pero no catastrófica como el crecimiento por sulfatación de la placa positiva en baterías de plomo-ácido.
La carbonatación es otro proceso gradual pero reversible, producido por la absorción de carbono en el aire al electrolito de hidróxido de potasio. Sin un mantenimiento adecuado, la carbonatación puede causar que no se soporte la carga, lo cual puede ser catastrófico para el equipo. Se puede hacer reversible cambiando el electrolito.
Mantener las baterías de níquel-cadmio en flotación durante largos períodos, sin ciclos de carga y descarga puede causar fallos catastróficos en la carga soportada. El descargador de baterías podrá resultarle útil para realizar estos ciclos de descarga y además tanto la familia de rectificadores de baterías como la familia de cargadores mutli-tensión, permitirán realizar los mantenimientos de rutina. Estos efectos de flotación son reversibles, descargando la batería una o dos veces.
Construcción de baterías a partir de elementos sueltos
La adquisición de elementos sueltos de NiCd ó NiMH es considerablemente más económica que la compra de «packs» o baterías ya hechas (puede ser la mitad del precio). Además, muchas compañías comercializan «packs» sellados sin garantía de estar compuestos de elementos originales Sanyo, quizá a precios inferiores pero con prestaciones decepcionantes.